Preparación
Picamos la cebolla y los dientes de ajo. Calentamos, a fuego medio, un par de cucharadas de aceite de oliva en una olla. Sofreímos primero el ajo. Cuando esté dorado, bajamos la intensidad del fuego y añadimos la cebolla, para que se haga poco a poco.
Mientras, pelamos, lavamos y cortamos en trozos pequeños las zanahorias y la patata. Cuando la cebolla se haya rehogado suficiente y esté transparente, añadimos las zanahorias y la patata que hemos preparado.
Salpimentamos, agregamos una cucharadita generosa de jengibre rallado y removemos bien. Le podemos añadir entonces la leche de coco y el agua. Dejamos hervir durante unos 15 minutos, mientras removemos de vez en cuando.
Cuando la zanahoria y la patata estén tiernas apagamos el fuego. Ahora, para terminar la sopa de zanahoria y coco, con la batidora lo molemos todo al gusto. Hay quien no le agrada encontrar trocitos de verdura y a otras personas les encanta. Así que eso lo decidís vosotros. Los que busquen una textura aun más suave deberán usar el chino.
Comentarios a la receta
La función de la patata en esta sopa es darle espesor. Podemos añadir más si preferimos o incluso probar con un boniato para darle un sabor más dulce.
*El jengibre aporta un toque picante a la sopa que combina muy bien con la leche de coco. Si no tenemos jengibre, podemos añadir algún otro ingrediente picante. Ya sea en el sofrito con una guindilla cayena o de otro tipo. El sabor del jengibre fresco rallado no se puede comparar al jengibre en polvo, pero también es una alternativa si no disponemos de la raiz fresca.
A la hora de batir la sopa tened cuidado, pues si el recipiente está muy lleno y la sopa está caliente puede salpicaros y os quemaréis.
Receta vegana enviada por Juan
Foto: esimpraim (Flickr) bajo licencia Creative Commons BY-NC-ND 2.0